P.D. 1
Conseguí, en Ebay, una cámara vieja y un poquito maltratada de cine y sólo un rollito de cinta Metrocolor. Sí, me gasté todos mis ahorros, pero ahora podremos grabar el corto de ese hermoso guión que escribiste, con la magia, siempre coqueta, de la cinta granulada y los colores vintage. Te quiero 1. Me urge que pase el tiempo rápido para encontrarnos. No olvides tu medicina. Te quiero 2.
P.D. 2
Te quiero 3.
A diferencia de mi maleta, que siempre queda más gorda de lo esperado aún sin los artículos olvidados, que nunca faltan (irónico), empaqué con mucho cuidado todos los accesorios de mi cámara nueva>vieja. Con hule espuma conovular, fabriqué empaques para que todo quedara suspendido y a salvo dentro del pesado veliz. A la mañana siguiente, el reloj sonó a las 4:00 a.m., aunque ya estaba levantado desde las 3:40. Subí todo al auto y comencé mi viaje exactamente a las 4:17. Puse mi música: 'El cielo ya no es azul clarito, ya se está haciendo de noche', 'Estoy buscando melodías, para tener como llamarte'. Encendí el desempañante. Me gusta mucho viajar solo, pero me gusta mucho más viajar contigo. Ya falta muy poco para verte de nuevo, para abrazarte y dejarme acariciar por tu perfume corporal y escuchar tu vocecita.
Estuviste trabajando en la Habana los últimos dos meses, en ese proyecto raro de la iglesia, nunca entiendo bien qué es lo que hacen ahí, pero te tienen para que, sea lo que sea, se vea y se escuche hermoso. Ahora estabas en Veracruz por fin y decidimos reunirnos en 'Riachuelos' para pasar unos días en la playa, antes de regresar a la rutina. Yo me he sentido más alejado de Dios que nunca, porque estar sin ti, solo, me desmotiva mucho y tiende a dejarme más vulnerable a lo malo. Resistí bastante. No compré juguetes (además de la cámara). No me tatué. Tomé poco café. No compré vino ni comí embutidos. No compré más accesorios para la bici azul. Helados sí comí, muchos. Engordé un poco. Creo que, aparte de eso, aguanté casi todas las tentaciones de tu ausencia.
Acabo de pasar Teziutlán; el eterno laberinto de la mala señalética. Siempre te lo digo cuando pasamos juntos. Tu autobús salía de Veracruz a las 4:30. Llegaríamos a la desviación en 'Y' de 'Riachuelos' más o menos a la misma hora. Llegué antes de lo planeado. No estabas aún. Es tan desestresante estirar las piernas y respirar la brisa del mar. Se escucha y se ve tan claramente desde la carretera, por eso hemos planeado envejecer aquí en una casita rústica y sencilla. Por eso y por los poquitos habitantes que hay. Por fin un camión de ADO se detiene. Allí estás, hermosa como siempre, no, más que nunca. Bajas, te ayudo, te abrazo. ¡Qué largo abrazo! No has cambiado. Eres lo más hermoso que existe en mi vida, en mi visión de la vida, en mi universo personal y más amado. Subo tu equipaje, abordas, te cierro la puerta, me subo, avanzamos. Me cuentas con suma paciencia y meticulosidad toda tu aventura internacional. Ahora amamos más Cuba; tú porque viviste ahí tu primera aventura trasatlántica, yo, porque además de ser cuna de Silvio, hotel de Eraclio y posada del Ché, te devolvió más hermosa y querida que nunca. Desempacamos todo en la casita blanca con rojo que rentamos siempre. Hacemos el amor con más amor que nunca, o con el mismo, pero con más trascendencia y desesperación. Te amo. Me amas. Todavía y para siempre.
Después de comer, te muestro la cámara. Te encanta, la armamos toda, la encendemos, le colocamos el rollo para hacer una toma muy pequeñita, para que quede cinta para tu corto. Corres hacia la playa, sonríes, brincas, me miras con esos ojos coquetos que me gritan con susurros que te gusto, que me quieres para ti, el mar te toca los piecitos, te acaricia; el aire tibio te despeina o te peina, según su gusto, el sol te ilumina, te matiza, te resalta. Eres lo mejor de este paisaje. A través del visor, de ese lente mágico, tus movimientos se vuelven cadencia, música, acordes de piano, luciérnagas en vuelo, promesas perfumadas. Vas, vienes, hablas, miras, actúas, cantas; yo grabo todo, nada se me escapa. El rollo gira y gira. La cinta, virgen por tantos años, se va quedando plasmada de ti, de tu encanto, de tu presencia en ese paraíso, que no sería paraíso si no estuvieras tú. Si no estuviera yo para verte allí. ¿Qué visión podría ser más sublime que esta? Dejo correr el carrete. Vuelta tras vuelta, la cinta nueva se va terminando. Se termina. 'No te preocupes, grabamos el corto con las Canon', me dices. Yo te abrazo de nuevo y el mar nos avienta a la playa juguetón pero brusco. Nos reímos a carcajadas. Nos quedamos abrazados un buen rato. Miro tus ojos. Me miras tú. Comprendo que, después de todo, Dios estuvo conmigo todo el tiempo. Desde que te trajo a mi vida, desde que una tarde de sábado en el templo, alguien me dijo: 'Te presento a...'
P.D. 3
De ese día, de ese suceso, de ti y de mí, nació esta canción. Te quiero 4.
larc.bleu - METROCOLOR